LA MODA DE CRISTÓBAL BALENCIAGA
EL FUNCIONALISMO, LAS DÉCADAS DE LOS
40 Y LOS 50
Cristóbal Balenciaga fue uno de los diseñadores más
importantes en España y en todo el mundo. Nació en Guipúzcoa el 21 de enero de
1985. De familia humilde, se inició en la moda desde muy joven y se trasladó a
San Sebastián para comenzar de aprendiz de sastre en casas de costura como Casa
Gómez y New England.
Antes de iniciar su propia casa en San Sebastián en 1917
(C.Balenciaga), trabajó en Burdeos. Balenciaga comienza a ganar renombre y más
cuando la reina María Cristina y la infanta Isabel Alfons se convierten en parte
de su clientela. Tras estallar la Guerra Civil española en 1936, se traslada a
París aunque ya habrá abierto sucursales en Madrid y Barcelona. En 1939 lanza
su famosa colección de vestidos “infanta”.
Años más tarde Balenciaga presenta su propio perfume y
aparecen nuevos trabajos y retos para él en el mundo de la moda. Diseña el
traje de novia de Fabiola de Mora (relacionada con la aristocracia: futura
reina de Bélgica) y los uniformes de las azafatas de Air France. Muere el 24 de marzo de 1972 en Alicante.
EL LEGADO
BALENCIAGA Y SUS COLECCIONES
Abrió su primera tienda de la maison en la avenida George V
de París y este se convirtió en el lugar de referencia para la clase alta
francesa.
La fama del modisto se debe a su buen uso de las formas y
los volúmenes. Balenciaga creó una primera etapa en las que sus colecciones se
caracterizaron por los cortes fluidos y volúmenes entremezclados con prendas
clave como el kimono y la capa. Para ello se inspiró en obras artísticas de
pintores como Goya y Velázquez.
Balenciaga fue admirado por la mismísima Coco Chanel y
algunos de sus aprendices fueron Óscar de la Renta, Givenchy y Courrèges.
INFLUENCIA Y
SU MODA ACTUAL
Actualmente la casa Balenciaga pertenece al grupo Gucci.
Anteriormente y tras la muerte de su fundador, Michel Goma recuperó la firma
lanzando una línea Prêt-à-porter que no tuvo un gran éxito. Más tarde lo
intentó Melchior Thimister con una línea de colores negros y azul tinta que
fracasó igualmente. Balenciaga ya no era la misma de antes hasta que en el año
1997 y con 24 años, Nicolás Ghesquière (actual director) se pone en manos de la
firma y logra retomar los volúmenes escultóricos y el aire vanguardista de la
marca. Según Nicolás: “Una verdadera revolución Balenciaga, que jugaba
constantemente con los volúmenes, pero regalaba a la mujer mucha más libertad
que los creadores de su tiempo”.
Prendas famosas hoy en día como la chaquetilla torera o la
mantilla fueron piezas clave que la marca reinventó en sus colecciones. Además,
sus perfumes y bolsos son conocidos mundialmente.
“Un buen modisto debe ser arquitecto para la forma,
pintor para el color, músico para la armonía y filósofo para la
medida”-Cristóbal Balenciaga.
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